Nació el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico, Chillán.

Su padre fue improvisador de versos; la madre, tejedora. Hermano de la célebre cantautora Violeta Parra, fallecida en 1967. Cursó estudios de matemáticas y física y fue catedrático en esas especialidades.


Cofundador de la Revista Nueva. En 1943 viaja a Estados Unidos con beca otorgada por el "Institute of International Education", donde estudia mecánica avanzada en la Universidad de Brown. En 1948 es nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. En 1949 viaja a Inglaterra, con beca del Consejo Británico. Estudia cosmología con E. A. Milner, permaneciendo en Gran Bretaña hasta 1951. Después enseña matemáticas y física en la Universidad de Chile. Nuevamente, es invitado a diversos países: Estados Unidos, Unión Soviética, China Popular, Cuba, Perú, Panamá, México, etc. 

Al principio su obra es evocativa y sentimental en Cancionero sin nombre (1937), más adelante adoptó la línea que él mismo denomina "antipoesía". Esta renovación de proyecciones internacionales, comienza en Poemas y antipoemas (1954) y se prolonga en una docena de obras más. En 1969 recibe el Premio Nacional de Literatura en Chile. En 1977 vio la luz Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, sobre un visionario místico que predicaba por las minas del norte de Chile. 

En 1991 es galardonado por segunda vez en su país y también con el Premio Internacional Juan Rulfo, del que fue el primer ganador, ya que era la primera edición de este premio. El 1 de diciembre de 2011 Nicanor Parra gana el Premio Cervantes, considerado el galardón más importante de las letras hispanas y que concede el Ministerio de Cultura al conjunto de la obra de un autor. Este premio, creado en 1975 por el Ministerio de Cultura español, está dotado con 125.000 euros y reconoce la figura de un escritor que, con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.

Obras

1937 - Cancionero sin nombre
1954 - Poemas y antipoemas, Nacimento, Santiago.
1958 - La cueca larga
1960 - Antipoemas
1962 - Versos de salón
1963 - Manifiesto
1967 - Canciones rusas
1969 - Los vicios del mundo moderno
1969 - Obra gruesa, Universitaria, Santiago.
1971 - Los profesores
1972 - Artefactos
1977 - Sermones y prédicas del Cristo de Elqui
1977 - Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui, Galería Época: Estudios Humanísticos, FCFM. Universidad de Chile.
1981 - El anti-Lázaro
1982 - Poema y antipoema de Eduardo Frei
1983 - Cachureos, ecopoemas, guatapiques, últimas prédicas
1983 - Chistes pa/r/rá desorientar a la policía/poesía
1983 - Coplas de Navidad
1983 - Poesía política
1985 - Hojas de Parra
1993 - Poemas para combatir la calvicie
1996 - Objetos prácticos, más tarde calificados de Artefactos visuales
1997 - Nicanor Parra tiene la palabra
2001 - Páginas en blanco
2002 - Artefactos visuales, dirección obligada, Dirección de Extensión/Pinacoteca, Universidad de Concepción.
2004 - Lear Rey & Mendigo
2006 - Discursos de sobremesa
2006 - Obras completas I & algo + (1935-1972), Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona.
2009 - Poesía y antipoesía, Clásicos Castalia.
2011 - Obras completas II & algo + (1975-2006), Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona.
2012 - Así habló Parra en El Mercurio, El Mercurio-Aguilar, Santiago.

Nació en Linares, con su familia siempre ligada a las tradiciones campesinas.

Realizó estudios de canto y piano en el Conservatorio Nacional de Música de Santiago, luego se dedica al estudio y divulgación del folklore musical chileno.



Margot Loyola se ha convertido en una importante embajadora de nuestros cantos y danzas a través de sus viajes por América y Europa. Su personalidad artística es muy grande destacando siempre vocación de maestra, de investigadora y por sobre todo de interprete. Su aporte a la investigación de la música chilena es incalculable pues ha desarrollado una importante labor de recolección viajando en muchas oportunidades a lo largo del territorio nacional chileno.
Nace a la vida artistica en la ciudad de Santiago, en un medio propicio para el desarrollo de sus aptitudes musicales. Su madre tocaba piano y su padre sentía gran afición por la música tradicional.

Ingresa al Conservatorio Nacional de Música a estudiar canto y arte dramático. En el año 1951 viaja a España en donde ofrece varios recitales al tiempo que obtiene el Título de Instructora Nacional de Música.

En 1958 asume el cargo de investigadora en el Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile. Su prestigio como docente es ampliamente reconocido pues ha dictado cursos de folklore en las principales universidades de Chile.
Nacida el 4 de octubre de 1917 en la ciudad de San Carlos, VIII región, hija de un profesor primario y de música, Nicanor Parra Parra  y de una autentica campesina, clarisa Sandoval Navarrete. Violeta Parra desde los doce años comenzó a escribir sus primeros versos que reflejan una infancia difícil junto a sus nueve hermanos, quienes con campechana humildad, muy pronto también destacarían de diversa forma en variadas disciplinas del arte popular y docto.

Temprano debe abandonar sus estudios para trabajar en el campo y ayudar así a sus padres, su afición  por la música le viene por ambas vertientes, pero sus primeros contactos con la guitarra los tiene de su madre que le cantaba hermosas melodías campesinas mientras ejercía su oficio de costurera. El repertorio de don Nicanor lo constituían valses, habaneras y cantos de salón de fino corte romántico, características expresiones urbanas de fines de siglo.


En la esencia de sus creaciones se advierte la manifestación de un universo íntimo exuberante en vivencias de profundo contenido humano donde la sensibilidad por los problemas sociales que marcaban su entorno en aquellos años resulta ser un verdadero espejo para reflejar su existencia marcada por la tristeza, frustraciones e infelicidad.
Su hermano Nicanor que estudiaba y trabajaba en Santiago y que debió asumir la responsabilidad de guiar, educar y alimentar la larga familia, llama un día a Violeta a la capital con el propósito de encauzar su educación formal.

Errante y obviando los consejos de su hermano y con el propósito de obtener sus ingresos, se dedica al canto en la nocturna farándula de los arrabales santiaguinos, donde enriquece su conciencia al ver tanta bajeza humana.

En 1937 conoce a Luis Cereceda, empleado ferroviario, con quien contrae matrimonio y de donde nacen sus dos primeros hijos, Isabel y Ángel. Esta unión se mantiene en forma precaria hasta 1948, año en que definitivamente se separan y continúa su tarea de recoleccionar canciones antiguas de Chile. Al año siguiente vuelve a casarse con el tapicero Luis Arce.

Nacen sus hijas Carmen Luisa y Rosita Clara que fallecería al poco tiempo.

Con criolla humildad, y estoicismo continuó derramando su creatividad en Circos, Bares, y Quintas de Recreo, aumentando su bagaje de vivencias sociales de un mundo que en sordina ya encontraba deleite en su canto, aún cuando su voz fuera un solitario dedo acusador surgiendo desde las tinieblas nocturnas en busca de la luz.

La década de los años cincuenta la sorprende realizando labores de recopilación en diversos barrios de Santiago y a lo largo de todo el país. Gracias a su trabajo, en Puente Alto se reúne con poetas populares como Isaias Angulo, Gabriel Soto, Agustín Rebolledo, Emilio Lobos y Antonio Suarez.

En Barrancas conoce a Guillermo Reyes y Rosa Lorca… Berta Gajardo en Maule, Mercedes Guzmán, en San Bernardo, Lastenia Cortés en Curacavi, Eduviges Candia en San Carlos y Francisca Martínez en Rosario. Todos de larga sabiduría que le enseñan antiguos repertorios de una música que ya comenzaba a perderse o desvirtuarse.

Su Hermano Nicanor fue decisivo en su vida artística, puesto que fue quien la estimulo a asumir con personalidad propia la defensa de la autentica música chilena. Hasta entonces y por conveniencia, su repertorio variaba entre valses peruanos, corridos mejicanos, boleros, cuecas y cantos españoles.

Se dedicaba con pasión a la música chilena y entre sus primeras iniciativas procura divulgar el uso del poco conocido guitarrón.

Los poetas y los talentos se juntan.

A raíz de un recital realizado en 1953 en casa de Pablo Neruda se ponen en relieve sus capacidades y se reconoce su arte a través de la Radio Chilena. Comienzan entonces a salir de los oscuros salones de las Quintas de Recreo para iniciar una serie de giras y presentaciones en todo el país.

Si como recopiladora tuvo la importante visión de recuperar para el patrimonio músico popular una enorme gama de expresiones ya casi olvidadas, generando al mismo tiempo un valioso movimiento en todo el país que se dedica a emularla, es especialmente brillante en su labor como compositora abarcando las más variadas expresiones. Pero donde destacó en forma especial fue en la décima, de la que se constituyo como una de las más agudas improvisadoras a lo humano y lo divino, con derroche de su talento irónico pasional para denunciar en verso los desvaríos sociales entonces.

En 1954 obtiene el premio Caupolican, concedido a la folklorista del año, que la lleva luego al festival de la juventud en Polonia. Peregrina por varios países con agudas dificultades e incomprensiones, para fijar luego residencia en Francia que se resiste a su guitarra con el canto de luces y sombras de Latinoamérica. 
Después de largos y sacrificados esfuerzos consigue vencer la natural apatía francesa que la escucha, la aprueba y la aplaude, grabando allí sus primeros discos con un éxito jamás logrado por chileno alguno.

Regresa a Santiago en 1958 inspirada y renovada y tratando de reponerse a la cruel y triste noticia de la muerte de su hija menor, comienza a pintar y crear tapices. Ofrece recitales en todo el país y graba nuevos discos. Conoce al músico Suizo Gilbert Favre, estudioso del folklore Sudamericano, de quien se enamora apasionadamente. Los primeros programas folklóricos realizados en Chile para la televisión que comenzaba ya su rápido camino, los realizó Violeta con sus hijos mayores Isabel y Ángel que en 1960 ya tomaban alturas propias.

Los años 60 son críticos y decisivos. En Europa irrumpen múltiples convulsiones estudiantiles y sociales, a las que no escapa Latinoamérica. Su canto se rodea de compromiso contra la injusticia social que la rodea y a las duras vivencias de las que han sido testigo a lo largo de su existencia.

Violeta se adelanta a su época y con su guitarra denuncia y condena. Su forma de canto es una cantera desde donde empieza a quedar atrás la temática paisajista que hasta entonces nuestro folklore tenía. Se empiezan a decir cosas, la gente joven comienza a identificarse y a atreverse a contar y cantar sus vivencias y anhelos, Surgen las voces de Patricio Manns y Víctor Jara. Fue la precursora que impulsó a muchos artistas a crear conciencia en nuestros propios valores y sus canciones son obras que van más allá del tiempo y las fronteras.

En 1961 vuelve a viajar a Europa recorriéndola casi completa, participando en el Festival de la Juventud de Finlandia, graba nuevos discos y realiza 
Exposiciones y recitales para la UNESCO. A su calidad de músico y poeta une la pintura, los tejidos, tapicería y cerámica de virtuosa originalidad, exponiendo con esperanzado sentimiento su genio y talento en Argentina, Rusia, Finlandia, Alemania, Italia y Francia.

En 1964 el Museo del Louvre, se abre por primera vez para una artista latinoamericana y para sus escultoras de alambre, pinturas, tejidos y arpilleras en las que demuestra que de la tradición era posible extraer un material de trabajo más.

Su vida y la expresión de su canto son comparables sólo con Edith Piaf, el recordado gorrión parisino, con la que se puede hacer un paralelo artístico y emocional.

En 1965 está de regreso en Chile e instala en La Reina una gran carpa, que pretende convertir en un centro de cultura folklórica junto a sus hijos Isabel y Ángel, a quienes se unen Patricio Manns, Rolando Alarcón y Víctor Jara. Refugio de sueños inconclusos desde durante largo tiempo esperó acercar su mensaje a los chilenos, un mensaje lleno de sensibilidad Universal que hoy la eleva como la artista chilena de raigambre popular mejor reconocida internacionalmente, genuina representante de nuestro folklore y fuente de inspiración permanente para generaciones de músicos populares.

En 1966 emprende viaje a Bolivia, donde canta con Gilbert Favre, regresando juntos al poco tiempo. Compone sus últimas canciones que graba en un long-play con sus hijos y el músico uruguayo Alberto Zapicán.

A los cincuenta años, el 5 de febrero de 1967, incomprendida por el público chileno e incapaz de resolver sus problemas afectivos que la atormentaron toda una vida, de un disparo pone fin a su existencia en la Carpa de la Reina.

Su vida y su obra están libres de contradicciones, habiendo nacido pobre, los amó junto a su tierra y ese amor lo puso en versos que aún vibran en las cuerdas de su guitarra, Nació campesina y sufrió de privaciones sin jamás ocultarlo y nunca hizo uso de un escenario pensando en las luces de un show con ausencia de valores de raza ni de pueblo ni en la inspiración.

De su canto existen ideas falsificadas, sino duras vivencias con las que coexistió de por vida.

Profesor, compositor, pianista, guitarrista, y cantante, llego desde Sewel a Chillán. Murió cuando solo tenia 43 años, el 4 de febrero de 1973 en la posta del hospital del Salvador de Santiago.

En la Escuela Normal, “Juan Madrid” de Chillán fue uno de los mejores y mas distinguidos alumnos, donde cultivo una personalidad excepcional plena de virtudes humanas, todo ello expresado en sus pacificas y emotivas composiciones musicales como: “El Aguila y la Paloma”, “Yo defiendo a mi tierra”, “Si somos americanos”, “Mi abuelo bailo Sirilla”, “Adonde vas soldado”.  
Después que egreso de la escuela normal ejerció la docencia en Paine, y posteriormente viajo a Europa con el conjunto “Cuncumen”, estuvo en Francia, paso a Rusia a Cuba a Estados Unidos donde en 1960 grabo sus canciones en Nueva York. Gano numerosos certámenes musicales, incluyendo el festival de Viña del Mar con el tema “El hombre”. 

Por el año 65 participa en la peña folklórica de los Parra. Eran tiempos de Patricio Manss y de la canción renovada o neofolklorica. 

En 1973, el 5 de Febrero precisamente, día trágico para el folklore musical chileno, “Un mar humano despedía en el Cementerio General de Santiago a Rolando Alarcón, el hombre que canto a Chile y que lucho por su pueblo”. 

Entonces, el presidente Salvador Allende, al concurrir a la corporación de autores y compositores de calles Agustinas 1562, antes de la iniciación del funeral, solemnizo con su presencia su reconocimiento y admiración para el folklorista Rolando Alarcón, expresando su adhesión al dolor familiar y nacional.